viernes, abril 13

¡QUE CABALLEROSO!

En un restaurante, entra una dama y un caballero que tienen una cena muy romántica. La dama muy asombrada, le comenta:Es la sexta vez que me besa la mano desde que nos hemos sentado a la mesa, ¡qué caballero es usted!

Le seré sincero, señorita.

El camarero se ha olvidado de darme la servilleta.

viernes, abril 6

Pegarle A Un Maestro

Lo sabe un chico de cuatro años, de salita celeste, que ni siquiera sabe hablar correctamente.

Lo sabe un chico de seis años, que ni siquiera sabe escribir.

Lo sabe un chico de doce años, que desconoce todas las materias que le deparará el secundario.

Lo sabe un adolescente de diecisiete años, aunque sea la edad de las confusiones, la edad en la que nada se sabe con certeza.

Lo saben sus padres.

Lo saben sus abuelos.

Lo sabe el tutor o encargado.

Lo saben los que no tienen estudios completos.

Lo sabe el repetidor.

Lo sabe el de mala conducta.

Lo sabe el que falta siempre.

Lo sabe el rateado.

Lo sabe el bochado.

Lo sabe hasta un analfabeto.

No se le pega a un maestro.

No se le puede pegar a un maestro.

A los maestros no se les pega.

Lo sabe un chico de cuatro años, de seis, de doce, de diecisiete, lo saben los repetidores, los de mala conducta, los analfabetos, los bochados, sus padres, sus abuelos, cualquiera lo sabe, pero no lo saben algunos gobernadores.

Son unos burros.

No saben lo más primario.

Lo que saben es matar a un maestro.

Lo que saben es tirarles granadas de gas lacrimógeno.

Lo que saben es golpearlos con un palo.

Lo que saben es dispararles balas de goma.

A los maestros.

A maestros.

Lo que no saben es que se puede discutir con un maestro.

Lo que no saben es que se puede estar en desacuerdo con lo que el maestro dice o hace.

Lo que no saben es que un maestro puede tener razón o no tenerla.

Pero no se le puede pegar a un maestro.

No se le pega a un maestro.

A los maestros no se les pega.

Y no lo saben porque son unos burros.

Y si no lo saben que lo aprendan.

Y si les cuesta aprenderlo que lo aprendan igual.

Y si no lo quieren aprender por las buenas, que lo aprendan por las malas.

Que se vuelvan a sus casas y escriban mil veces en sus cuadernos lo que todo el mundo sabe menos ellos, que lo repitan como loros hasta que se les grabe, se les fije en la cabeza, lo reciten de memoria y no se lo olviden por el resto de su vida; ellos y los que los sucedan, ellos y los demás gobernadores, los de ahora, los del año próximo y los sucesores de los sucesores, que aprendan lo que saben los chicos de cuatro años, de seis, de doce, los adolescentes de diecisiete, los rateados, los bochados, los analfabetos, los repetidores, los padres, los abuelos, los tutores o encargados, con o sin estudios completos:

Que no se le pega a un maestro.

No se le puede pegar a un maestro.

No debo pegarle a un maestro.

A los maestros no se les pega.

Sepan, conozcan, interpreten, subrayen, comprendan, resalten, razonen, interioricen, incorporen, adquieran, retengan este concepto, aunque les cueste porque siempre están distraídos, presten atención y métanselo en la cabeza: los maestros son sagrados.
Mex Urtizberea

En la provincia argentina del Neuquén, este miércoles 5 de abril, durante la represión policial contra docentes, Carlos Fuentealba había recibido un disparo de una granada de gas en la cabeza desde un metro y medio de distancia, en la ruta 22, cerca de Arroyito, a 40 kilómetros de la capital provincial. Falleció anoche.

La química de Carlos Fuentealba era con sus alumnos y con la gente. El profesor de química que ayer murió, estaba casado con una maestra y tenía dos hijas, una de 10 y otra de 14 años.
Que Dios lo tenga en su gloria, a este nuevo mártir.

martes, abril 3

Manteniendo vivo un blog

Cuesta mantener un blog ... ¿no?. Y obviamente no lo digo por el dinero, los sponsors, los incontables empleados de esta multiempresa ... de unos pocos.

Lo digo porque las ganas dependen de muchos factores. Se empieza con todo, con esperanzas, con ímpetu, avasallando, experimentando, creando un mundo nuevo.

Con el tiempo ... uno se pregunta ¿será que entran a leerlo?, ¿lo que posteo será interesante para alguien?, al principio dejaban sugerencias, comentarios, alientos ¿ahora dónde están los que leian lo que se publicaba? ... y muchas preguntas auto-inquisidoras de ese mismo tenor ... o peor.

Porque al primer ímpetu acelerado, hay que ponerle constancia ... y a la constancia, algunos períodos de trabajo y otros de descanso. La inspiración no está presente en nosotros todo el tiempo, por lo tanto hay que buscar cubrirla con dedicación, pero sin caer en el fanatismo del publicar mecánicamente.

El contenido de un blog depende de cada persona, de su edad, de su sexo, de su formación, de sus gustos, de sus estados de ánimo, de los estímulos internos y externos que reciba, de la locura diaria que nos rodea ... o sea, de todo y de nada, al mismo tiempo.

Lo que importa, es ser natural, hacerse lo que se siente, publicar un pensamiento o una noticia o una curiosidad o una foto o una musica o un cuento o ... lo que se te ocurra, porque para eso está el blog, ¿o no?.

Lo importante es hacer que la rueda gire y gire ... sino, el carro de la vida no se mueve.

Hasta el próximo post. ;-)